Antes de la Segunda Guerra Mundial, Potsdamer Platz y la adyacente Leipziger Platz eran el concurrido centro de la ciudad. Dos estaciones de tren principales, innumerables tiendas y grandes almacenes, teatros y cines hicieron de esta zona el pulso de la ciudad, de modo que para regular un poco el bullicio hubo que instalar aquí el primer semáforo de Europa. Entre 1945 y la caída del comunismo surgió una imagen completamente diferente: el muro pasaba directamente sobre Potsdamer Platz, con franjas de la muerte y tierra de nadie alrededor. Después de 1989, el lema era devolver la vida al terreno baldío del corazón de la ciudad. Sony y Daimler Benz construyeron la zona con tres rascacielos, innumerables tiendas e importantes salas de cine de estreno. Hoy en día, Potsdamer Platz es el lugar de reunión de las estrellas y las jóvenes estrellas de Berlín, y no sólo durante el festival de cine.